Es importante realizar un control odontológico anualmente, o antes si tu odontólogo lo considera necesario. Ésto es lo recomendable para mantener las encías sanas y detectar cualquier problema en sus etapas iniciales. La pronta detección y tratamiento redunda en ahorro de molestias, tiempo y dinero. Por ejemplo, si tu odontólogo detecta una caries incipiente, puede tratarla y solucionar el problema rápidamente, sin molestias y a un precio reducido. Sin embargo, si esa misma caries no es tratada, se sigue desarrollando produciendo muchas molestias que eventualmente te obligarán a acudir al consultorio odontológico, tal vez por emergencia . Como el problema se ha agravado, ahora la solución podría llegar a ser la necesidad de un tratamiento de conducto y posiblemente coronas u otro tipo de restauración más compleja. Estas complicaciones significan más dinero, posibles molestias y varias visitas al odontólogo.
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